Un tope en el camino

Llegamos a un tope en el camino del lanzamiento de nuestro segundo disco.  Por equivocación mía, había entendido que el ingeniero en audio del disco (y amigo mío) iba a mezclar y masterizar ¨Peregrinos en desierto.¨ Mezclar un disco significa ajustar los sonidos y niveles de cada instrumento.  Masterizar es subir el volumen de canciones enteras.  Hace una semana me di cuenta de que el ingeniero en audio no sabía que yo planeaba que él hiciera el masterizaje del disco.  De hecho, resulta que él no tiene el equipo necesario para masterizar.

Entonces entré a un estado de pánico. ¨El presupuesto no nos va a alcanzar para otro gasto.  Todos los fondos que recaudamos ya están destinados para otros componentes esenciales.¨ ¨¿Que tal si no nos resulta posible levantar más fondos para el masterizaje?¨ ¨¿Qué pasa si no encuentro un estudio de grabación económico para masterizarlo?  Éstas fueron dudas que pasaron por mi mente.

Pero Dios se mostró fiel.  En un sólo día, escuché de un estudio de grabación conocido con un precio accesible para hacer el masterizaje y recibí una donación cubriendo los gastos del masterizaje.  Agradecidísimo y animado describen mi estado de ánimo.  A veces parece que las cosas se desenredan en un sólo instante y mi poca fe se queda expuesta.  Pero Dios sigue siendo fiel para proveer.  La producción de este disco–desde su inicio como un concepto en mi mente hasta ahora–ha sido marcada por una sola cosa: la fidelidad de Dios.  A cada paso, frente a cada desafío y temor, Él ha provisto.  Espero que la noticia sobre esta recién provisión de la mano de Dios te anime a ti tanto como me ha animado a mi.