por Zac Hicks
Traducción por Emma Tursell y Pablo Cano
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Los líderes de música de la iglesia a menudo son bombardeados por la congregación con peticiones de canto…esto es bueno! Esto le dice al líder de música que hay adoradores apasionados ahí afuera que tratan de hacer de la adoración un hábito de vida y no sólo un pasatiempo de los domingos por la mañana. Sin embargo, a veces las personas no se dan cuenta que no todos los cantos son adecuados para la adoración corporativa. En múltiples ocasiones la gente se pregunta por qué elijo ciertos cantos o por qué no elijo los cantos que pudieran pensar que debería elegir. En mi «Filosofía de la adoración y la música en la iglesia,» he esbozado algo de mi criterio para la selección de cantos, pero aquí voy a intentar una explicación más detallada. Siempre abierto a mejoras (semper reformanda!), me encanta recibir desafíos y preguntas acerca de mis argumentos y filosofía. De hecho, mi filosofía ha sido dramáticamente pulida a lo largo de los años por conversaciones fructíferas y diálogos que he tenido con personas reflexivas. Así que, aquí está un vistazo a mi proceso:
1) Trato de mantener un pulso continuo en las necesidades espirituales y modos de expresión musical preferidos de la congregación. Esto es
importante como una primera consideración porque, aunque se haya cumplido con todos los otros criterios, si las necesidades de una asamblea local están en un lugar diferente, o si la visión de la iglesia, la misión y la dirección no son consideradas, un canto congregacional suele ser a menudo ineficaz. Cuando elijo cantos, siempre hago preguntas tales como: ¿En dónde está espiritualmente la congregación? ¿Cómo necesitan crecer y adaptarse en nuestra adoración? ¿En qué aspectos de Dios necesitamos reflexionar en este momento? Además, soy consciente de qué estilos y arreglos musicales parecen conectar tangiblemente con la congregación. Ciertamente esto es subjetivo y muy difícil de precisar en una iglesia grande, pero por lo menos trato de tomar en consideración estos pensamientos.
2) Pongo mis manos en todo bajo el sol. Estoy constantemente revisando un montón de música y cientos de cantos. Estoy comprando y examinando álbumes de todas las ramas de (en su mayoría Occidental) la cristiandad. Solo para que sepas, aquí están los artistas que más regularmente reviso y pongo atención (He marcado los que encuentro con más valor continuo).
De Estados Unidos de América
– Indelible Grace (Nashville, TN)*
– Red Mountain Church (Birmingham, AL)*
– Christopher Miner*
– Chris Tomlin*
– Sovereign Grace Music*
– David Crowder Band
– Passion
– Lincoln Brewster
– Fernando Ortega
– Caedmon’s Call (their 2 worship albums)*
– Paul Baloche
– Desperation Band (New Life Church)
– Charlie Hall
– Kristian Stanfill
– Christy Nockels
De Gran Bretaña
– Tim Hughes
– Vicky Beeching*
– Matt Redman*
– Keith Getty*
– Stuart Townend*
– Brenton Brown*
De Australia
-Hillsong
-Hillsong United
Adicionalmente, cuento con unas cuantas fuentes que me dan una buena retroalimentación sobre la música que está disponible. Yo llamo a amigos y colegas en el campo de la música y liderazgo de adoración y les pregunto qué han estado escuchando y haciendo en sus iglesias. Ojeo los comentarios de álbumes en la revista Worship Leader Magazine (aunque a menudo son, desafortunadamente, sin discernimiento o suficientementes críticos). También estoy suscrito en “songDISCovery”, un álbum de música nueva de los nuevos artistas de música de adoración en todo el mundo publicado mensualmente. Aparte de todo esto, yo estoy frecuentemente recorriendo nuestro himnario y un sinnúmero de otros textos y melodías que conmueven el alma. Ocasionalmente escribiré algo propio, también.
Una explicación: Un movimiento creciente de personas (particularmente en círculos Reformados) se prende a la idea de tomar los textos de himnos antiguos y adaptarlos a un nuevo gusto musical, cantable. Indelible Grace es el precursor de esto, y Red Mountain Church maravillosamente ha seguido el ejemplo. No muchos en el mundo evangélico se han hecho conscientes de esta mina de oro del canto congregacional, pero mi esperanza es que pronto lo hagan. Estoy convencido en este movimiento, y quiero ser parte de su cultivo en el evangelicalismo estadounidense. Mientras que aprecio el escuchar a David Crowder, Passion, y Hillsong, frecuentemente encuentro sus cantos congregacionales demasiado incantables, enigmáticos, y/o dispersos en pensamiento (ver más abajo a detalle este criterio). Los Británicos (esp. Beeching y Redman) por lo general son un poco más profundamente reflexivos bíblicamente (aunque en ocasiones encuentro una profundidad considerable en Crowder), más ricos teológicamente, y más sustanciosos, aunque algunas veces sus cantos se tambalean al borde de la “incantabilidad.”
La gente a menudo me pregunta, “¿Por qué no hacer cosas como Third Day, Newsboys, Jeremy Camp, o ?” Mi corta y probablemente muy simplista respuesta es que tales agrupaciones no escriben cantos congregacionales; ellos escriben cantos de interpretación. Sólo porque un canto es significativo y agita tu corazón (y mi corazón se agita por la música de dichos artistas!) no significa que dicho canto sea apto para la adoración congregacional dominical. Sin embargo, existen cruces, pero en general, estos grupos no están escribiendo cantos para la adoración congregacional, al menos que hayan creado un álbum de adoración. Aun así, esos discos tienden a caer por debajo de los criterios descritos a continuación.(Algunos pudieran argumentar que han visto los cantos de estas agrupaciones ser realizados bien en el ámbito congregacional. Soy escéptico. Según mi experiencia, he mirado a congregaciones durante el canto de dichos cánticos y me he dado cuenta de una cantidad considerable de personas que no cantan simplemente porque no pueden mantener el ritmo. Sospecho que las personas que sí cantaban eran ávidos oyentes de música cristiana que ya conocían la música. Pero si se pusieran en el zapato del cantante/oyente primerizo [lo cual siempre debemos de hacer!], se darían cuenta de lo difícil que es el trasladar algunos de estos cantos a la adoración congregacional.)
3) Yo examino cuidadosamente cantos congregacionales a través de mi criterio. Algunos pueden ver este criterio como demasiado crítico, muy restrictivo, e incluso apaga-Espíritu. Yo lo veo como responsable, pastoralmente necesario y obediente al Espíritu así como Él habla a través de las Escrituras y la experiencia. Más aún, una congregación promedio sólo puede aprender unos 10-15 cantos nuevos por año, y con tan limitado espacio, tengo que ser increíblemente perspicaz y selectivo. Así que lo que pase a través del siguiente criterio llega hasta mi lista de cantos potenciales.
* ¿Es cantable? ¿Cuenta con una línea melódica que no es demasiado difícil de cantar, ya sea por grandes y frecuentes saltos de nota-intervalo o en ritmo excesivo-complejo? ¿Contiene un rango vocal que sea apropiado para la persona promedio? Estas cosas matan inmediatamente la participación de la congregación y sofocan todo propósito de la adoración congregacional. Este único criterio a menudo descarta una vasta mayoría de la música cristiana contemporánea e incluso un porcentaje considerable de lo que está, irónicamente, situado en la categoría «adoración”.
* ¿La música complementa el texto? En el arte de canto congregacional, la música es subordinada y servil al texto. Eso significa que si tenemos un canto cuyo arreglo musical es incongruente con el texto (i.e. un canto jubiloso de alabanza puesto a un lento, tipo-canto fúnebre- tono menor, o un canto de luto y penitencia puesto a un ritmo energético, sincopado), no tiene cabida en la adoración, porque la música no ayuda a describir el texto…lo detrae. Y cualquier cosa que nos distraiga en nuestra adoración a Dios viola el espíritu de 1 Corintios 14.
* ¿Es teológicamente preciso? ¿Está el texto en acuerde con la verdad de la Escritura? Para ser más preciso: ¿El texto potencialmente empaña cosas que son claras en la Biblia? Por ejemplo, a veces encuentro cantos que imprecisamente describen aspectos de una persona de la Deidad que solamente son apropiados en otra (e.g. la obra del Padre en la regeneración, la realeza del Espíritu, etc.) Otras veces, descripciones de la espiritualidad son imprecisas (e.g. que la presencia de Dios es “intoxicante” para los Cristianos). Sin embargo, en ocasiones, encontramos cantos que están tan desinformados que simplemente son erróneos (e.g. un canto que transmite un concepto universal de la salvación).
* ¿Es lógicamente coherente? ¿El canto comunica una o algunas ideas principales, o está disperso y fragmentado en su texto y expresión? Lamentablemente, algunos cantos reprueban en este punto. Son aparentemente al azar en su expresión, de frase en frase, con poca o ilógica conexión con lo que ha venido antes y/o lo que viene después. Algunas veces, el pensamiento no es bien conectado o suficientemente lineal. Vienen descuidadamente escritos o excesivamente espontáneos sin propósito. A veces, los cantos son incoherentes simplemente debido a una mala gramática!
* ¿Está centrado en Dios? ¿Es el canto dirigido hacia Dios o a mi experiencia subjetiva? ¿Es el canto un canto que alaba a Dios, o simplemente reflexiona sobre los beneficios que Él me otorga en la experiencia de adoración? Hay un tiempo y lugar apropiado para reflexionar sobre nosotros mismos y nuestro estado ante Dios, pero sólo en conexión (ya sea explícita o implícitamente) con cómo esto trae gloria a Dios.
* ¿Está centrado en el Evangelio? Al hablar de nuestra devoción hacia y el trabajo para Dios, ¿es siempre puesto en un contexto de nuestra respuesta a la gracia, en lugar de dar una sensación de ganarse el placer o favor de Dios? ¿Se raya en jactarse demasiado de mi propio compromiso y devoción en lugar de los méritos de la obra terminada de Cristo?
4) Trato de elegir lo mejor de lo mejor, si no cambiar lo que podría ser mi primera elección por algo que parece más apropiado contextualmente a nuestra congregación en ese momento. No todos los cantos que satisfacen el criterio logran entrar al terreno de juego. Hay un límite en la cantidad de cantos que una congregación puede aprender en un año, y a veces las congregaciones están en determinados momentos en necesidad de ciertos mensajes o expresiones de adoración más que de otros. Algunas veces he presentado cantos solamente para detectar una o dos semanas después que simplemente no están funcionando o encajando con nuestra congregación. Los cantos pueden ser perfectamente apropiados, pero sin conectarse con nosotros en ese momento.
Para el artículo original en inglés, visite la página de Zac Hicks.