A un año del lanzamiento del disco Somos Ovejas del Señor pienso que éste sigue siendo el disco más importante que hemos grabado.
El mensaje es urgente. Para los niños es saber que son preciosos para Dios y que su fe puede cambiar el mundo. En cuanto a los adultos nos urge a valorar e imitar a los niños en su fe y acercamiento a Dios.
El mensaje del disco sigue siendo urgente porque…
En mi país, seguimos separando a niños inmigrantes de sus mamás y papás–secuestrándolos a la hora de cruzar la frontera y causándoles trauma que nunca van a olvidar.
Seguimos privándoles de necesidades básicas como lavarse con jabón y dormir en una cama.
Seguimos escuchando del mismo presidente: ¨Se ven inocentes pero no lo son.¨
Seguimos descuidando a los niños en los centros de detención (¿campos de concentración?), a veces hasta poniendo a niñas de la primaria a cargo del cuidado de bebés.
Seguimos viendo a niñxs muertxs en custodia de nuestras agencias gubernamentales de la frontera–6 en el último año.
Seguimos violando los derechos de los niños (y los adultos) que buscan al asilo en EEUU haciendo que se esperen fuera del país y causando tal grado de desesperación que hace unas semanas nos enteramos del padre y su hija que se murieron ahogados intentando cruzar el río para entregarse a las autoridades una vez que hubieran llegado a tierras gringas. Oscar Martinez y Angie Valeria. Digamos sus nombres. Valeria le llevaba casi un año de vida a mi propia hija, lo cual me rompió el corazón en pedazos.
Seguimos tratando a los niños como peones en un juego pervertido de ajedrez en el que el poder es el premio y el costo es el bienestar de nuestros más pequeños y vulnerables.
Hasta que este trato cambie, hasta que todas estas situaciones y traumas y odio desaparezcan, seguiremos clamando y cantando como convicción teológica y como declaración política: Somos Ovejas del Señor. 💔🙏✊